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Matices invernales, colores y beneficios de la fruta y la verdura de temporada.

Es imprescindible entender la importancia fundamental que tiene lo que comemos

Se habla a menudo de alimentación natural y sana, es decir, la que es buena tanto para nuestra salud como para el planeta en el que vivimos. Es imprescindible entender la importancia fundamental que tiene lo que comemos. En este texto nos centraremos en la fruta y la verdura de esta temporada, así como en los beneficios de una dieta colorida. ¡Sigue leyendo para saber más!

La Organización Mundial de la Salud aconseja tomar 5 porciones de fruta y verdura, mejor si estos son de colores diferentes:

-      ROJO - en los vegetales de este color se encuentra la antocianina y los licopenos, pigmentos que favorecen el drenaje de líquidos y refuerzan el aparato vascular, y el ácido elágico, un potente antioxidante.

-      BLANCO – en las hortalizas blancas se encuentran numerosas sustancias antibióticas capaces de luchar contra las inflamaciones, el colesterol “malo” y la hipertensión arterial

-      AZUL/VIOLETA – en estos vegetales encontramos antocianinas con importantes propiedades antioxidantes y otras moléculas que protegen capilares y vasos sanguíneos.

-      VERDE – este color es debido a la presencia de la clorofila que tiene una función antianémica; además las hortalizas verdes aportan magnesio, bueno contra los calambres musculares y el cansancio, ácido fólico y otras sustancias que ayudan al drenaje linfático y la depuración

-      AMARILLO – en la fruta y la verdura se encuentran los carotenoides, fuertes antioxidantes y antitumorales, así como las vitaminas A, grupo B y C, las cuales contrastan los procesos de envejecimiento y radicales libres

 

Escoger alimentos de temporada conlleva múltiples ventajas: los productos alcanzan su maduración de manera natural, tiene un mejor sabor, se encuentran fácilmente en el mercado, son más frescos y económicos, nos ofrecen la dosis necesaria de nutrientes en relación con el clima típico del territorio en el que vivimos y nos ayudan a afrontar la temporada en curso.

Entre las verduras invernales, ahora podemos encontrar fácilmente brócoli, alcachofa, repollo y puerro.

El brócoli contiene provitamina y vitamina A, B1, B2, ácido fólico, PP, C y K, fósforo, calcio, hierro, azufre, potasio, cobre, magnesio y yodo. Tiene mucílagos, buenos para el tratamiento de la colitis y la estipticidad, así como un alto porcentaje de clorofila, que ayuda al cuerpo a producir hemoglobina para prevenir la anemia. Aporta moléculas antioxidantes, sulforafano, el cual frena el deterioro de los cartílagos de las articulaciones y alivia los síntomas de artritis y artrosis, e isociotianatos, los cuales reducen la posibilidad de contraer tumores de colon, páncreas, estómago y bloquean la proliferación de celular tumorales.

La alcachofa es rica en potasio y sales ferrosas, contiene azúcares buenos para la diabetes y aliados de la regulación intestinal (manitol e inulina), también minerales como el cobre, zinc, sodio, fósforo y magnesio. El secreto de sus propiedades está en la cinarina, una sustancia aromática que le otorga un sabor amargo, activado durante la cocción. Ejercita su acción principalmente en el hígado, es diurético, digestivo y favorece la secreción biliar. La inulina ayuda a reducir los niveles de colesterol, mientras que el ácido clorogénico tiene un poder antioxidante y ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y ateroscleróticas.

El repollo contiene vitamina B1, C y K, azufre, calcio, fósforo, cobre, yodo, selenio y magnesio, los cuales ayudan a prevenir la osteoporosis. Las fibras de celulosa tienen un poder saciante, promueven la motilidad intestinal y combaten las úlceras duodenales. Los glufosinatos previenen diversos tipos de tumores en las mucosas.

El puerro es rico en agua y bajo en calorías, ideal para dietas adelgazantes. La sílice favorece la elasticidad de la piel y el bienestar de los huesos, mientras que el ácido fosfórico aporta beneficios al sistema nervioso. También tiene propiedades diuréticas, laxantes, antisépticas, refuerza el sistema inmunitario. Es aconsejable en caso de anemia, infecciones urinarias y estipticidad

Entre la fruta destacan la naranja, el kiwi y la pera.

La naranja, como el resto de los cítricos, es una fuente de vitamina A, B2, B3 y C, ayuda al sistema inmunitario, previene algunas enfermedades de las vías respiratorias superiores, favorece la absorción del hierro. Los bioflavonoides promueven la reconstrucción del colágeno, refuerzan los huesos, dientes y cartílagos, reducen la fragilidad capilar y ayudan a contrastar la celulitis. Las antocianinas ayudan al tratamiento de las inflamaciones.

Las fibras contenidas en el kiwi ayudan a regular el intestino. La vitamina C contrasta los efectos negativos de los radicales libres y alivia los problemas de circulación. El hierro y el magnesio reducen el estrés cotidiano. El potasio contrarresta la depresión y el cansancio.

La pera es muy digerible y poco calórica. Las fibras no solubles absorben parte de los azúcares ingeridos y tienen un efecto de limpieza en el intestino. Gracias a la presencia de potasio, es óptima para las dietas bajas en sal. Regula la presión sanguínea y ayuda a alcanzar óptimos niveles de colesterol.

 

Una buena alimentación aporta salud a todos los ámbitos de nuestra existencia, así que ¡buen provecho!