Conciencia plena

9 hábitos sencillos para el éxito que harán de este tu mejor año

Emma Bathie Sep 25, 2019


Desde que comencé a vivir en el hemisferio norte, septiembre se convirtió en el momento del año que trae nuevas cajas de lápices para los niños y el olor de la posibilidad renovada para mí.

Si hay cosas con las que pierdo energía durante el verano o hay algo nuevo que quiero comenzar, me encanta pensar en este "mes de regreso a clases" como el recordatorio justo a tiempo de que aún podemos arrasar antes de que otro año llegue a su fin si nos mantenemos concentrados en manifestar nuestras metas.

Recuerda que la vida ahora mismo es la suma de todo lo que hacemos cada día, semana y mes. Nuestros hábitos se acumulan con el tiempo y, cuando cultivamos los correctos, no podemos evitar vivir una vida que es mejor que la que vida con la que soñábamos.

A continuación, te presentamos 9 hábitos de éxito fáciles de cultivar que te ayudarán a hacer que el 2019 sea uno de tus mejores años.

1) Sigue reconsiderando tus metas con una nueva perspectiva.

Si no has escrito tus metas, hazlo; descubrirás que es mágico hacerlo. Escribirlas a diario, o por lo menos una vez por semana, con una sensación renovada siempre vuelve a programar tu mente para la acción y la concentración.

Al escribir tus metas ganas fuerza y las atraes hacia ti al ponerlas como prioritarias.

Sin embargo, más importante aún, asegúrate de que sean TUS metas y no lo que hoy se siente bien porque la hermana de tu mejor amigo está teniendo un tremendo éxito con eso.

Obtienes éxito con mayor facilidad cuando entiendes por qué tus metas son importantes para ti y estás motivado por “tu” propósito más alto en lugar de lo que está bien con quienes te rodean.

Cuando nos mantenemos en nuestro propio camino, con las direccionales puestas si eso ayuda, y hacemos más de eso que ilumina el alma, no podemos perder.

2) No esperes a sentirte motivado o bien contigo mismo para tomar medidas. 

Si quieres sentirte motivado y bien, primero TIENES que tomar medidas. La toma de medidas es lo que permite que existan la motivación y la inspiración.

Así que, ponte en marcha aunque no parezca el momento correcto.

Así es como venzo la postergación: me ordeno involucrarme en algo durante 10 minutos y, si no me motiva después de 10 minutos, me permito hacer otra cosa.

Y ¿adivina qué?

El 95 % del tiempo, esos 10 minutos son suficientes para engancharme en la actividad que quería hacer y estoy más que feliz de seguir adelante.

El truco es que tu cerebro piensa que solo tiene que intentar durante 10 minutos. Y todos podemos intentar algo durante 10 minutos, ¿no?

3) Tómate en serio el cuidado personal.

Las personas que siguen siendo exitosas saben cuáles son las cosas adecuadas que deben comer y beber por su propio bienestar. Se hacen el tiempo para ejercitarse porque entienden cuánto más lejos eso los llevará.

Se van a dormir y se levantan a horarios que descubrieron que sacan lo mejor de ellos mental, emocional y físicamente.

Y en primer lugar en su lista de prioridades se encuentra apartar tiempo para sí mismos para estar tranquilos. Tiempo para el alma. Porque ese es el momento en que se les ocurren las mejores ideas, ya sea mediante la meditación o perderse en la naturaleza durante un rato.

4) La regularidad lo es TODO.

Hacer un poco todos los días para lograr tus metas es mejor que una vez a la semana. Porque un poco cada día es lo que ayuda a desarrollar un hábito y el impulso para seguir adelante. Incluso cuando no tienes ganas.

Creo que también ayuda a desarrollar confiabilidad y confianza en uno mismo. Cuando eres constante, parte de tu cerebro ya no tiene que pensar en algo. La actividad se vuelve automática.

Para mí, eso ha sido el ejercicio. Comencé a entrenar 3 veces por semana a principios de mis 20 y casi 3 décadas después, aún lo hago. No tengo que pensarlo. Solo lo hago. Pero la sensación de logro que tengo después de cada sesión de 20 minutos (sí, eso es todo) no caduca; es lo que alimenta otras áreas de mi vida.

Desarrollar ese hábito me ayudó a confiar en que puedo seguir siendo constante con otras metas que también me establezco.

5) Adopta la actitud de estresarte menos.

Esto parecía una ilusión hasta que comencé a entender que la vida solo nos lanza lo que podemos manejar. O lo que deseamos o necesitamos en el fondo para crecer e ir más allá del propósito por el que vinimos aquí.

Creo que, cuando manejamos bien y con una relativa facilidad las situaciones estresantes, atraemos oportunidades más significativas. Es como si estuviéramos diciendo: "Sí, Universo, estoy listo para el siguiente nivel, para oportunidades más grandes y emocionantes, así que envíamelas". Y lo hace.

Así que, aprendí a no dejar que las cosas me arruinen como lo hacían, incluso cuando una parte de mi está gritando: "¡¡¡Deberías volverte loco por esto!!!"

¿Cómo? Trato de ver los "obstáculos" desde un lugar de curiosidad y aprendizaje. Dejo de mirar fijamente el posible "desastre" y me pregunto: Mmm, bueno, ¿por qué creo que sucedió esto? Es interesante.

Luego decido que es solo otra parte de la aventura. Y pienso "¿Qué vendrá después?" Porque TODO es descifrable si permites que lo sea.

6) Oponte al miedo 

Hace poco, comencé a sentirme atraído por esta sigla de FEAR (MIEDO):
Face
Everything
And
Rise (Enfrenta todo y ponte de pie).

Tener miedo y hacerlo de todas formas es como cualquier músculo que entrenamos; se vuelve más fuerte con la práctica.

Por supuesto que vamos a comenzar aterrados y queriendo vomitar siempre que intentamos algo nuevo, pero, con el tiempo, cuanto más digamos que SÍ sin pensar y creemos nuestro historial de hacer cosas nuevas y no solo sobrevivir sino sentirnos completamente realizados de hacer las cosas, más fácil se volverá salir de nuestra zona de confort y encontrarnos a nuestro temor de frente.

A continuación, te presento una técnica que utilizo como ayuda para decir que ¡Sí! a más de las cosas que me asustan.

Es un simple hábito diario que también te ayuda a elevar tu valor determinado de alegría y felicidad. La llamo la Técnica del ¡Sí!:

desde el momento en que te despiertas en la mañana, comienza a decir la palabra "¡SÍ!" y sigue repitiendo la palabra ¡Sí! y pensando ¡Sí! y sintiendo ¡Sí!.

¿Cómo sientes el "Sí" en el corazón, en las manos, en el cerebro? ¿Cómo se siente en el estómago?

Salta de la cama y continúa diciéndolo; salta en el aire y dile ¡SÍ! a tu vida, a tu pasado, a tu futuro, dite sí a ti mismo, mírate en el espejo y continúa diciendo esa palabra mágica.

Cuanto más la digas, más alto se disparará tu vibración, y te encontrarás atrayendo oportunidades más grandes y más emocionantes.

7) Deja de quejarte.

El mundo te responde según lo que crees que se ajusta a tus características personales. Solo TÚ decides lo que es correcto para ti. De lo que eres capaz. Solo TÚ puedes echarle ganas y decidir que la vida llegue a ser fácil y llena de fluidez y gracia.

Así que, evita la reflexión negativa y el discurso tóxico que muchos de nosotros han estado ensayando en las cabezas.

A continuación, te decimos cómo disminuir las quejas al controlarte y volver a poner tu atención en el presente:
Usa una bandita elástica y engánchala en la muñeca cada vez que te quejes o un brazalete que cambies a la otra muñeca.

De cualquiera de las dos formas, son una pista física que te ayudarán a ser consciente de cuántas veces te quejas en el día, motivarte a analizar por qué te estás quejando y ayudarte a terminar con la queja.

8) Considera la superación personal tan fundamental como el aire que respiras.

Aprende de las personas que ya han logrado lo que quieres lograr. Olvida a tu tía bienintencionada, o al vecino o al animado chico de marketing. Busca a quienes han hecho físicamente lo que quieres hacer.

Demuestra confianza con la cita de Jim Rohn: "Tú eres el promedio de las cinco personas con las que pasas la mayor parte del tiempo". En lugar de soportar a personas que preferirían mantenerte a su nivel, busca a quienes ya están viviendo en el siguiente nivel que buscas; haciendo, siendo y teniendo las cosas que también deseas para tu vida.

9) Siempre elige la alegría.

Para mí, cultivarla como un hábito es la poción mágica del éxito. Si quieres apropiarte de tu confianza y bajarle el volumen a las voces que escuchas a tu alrededor, haz más de eso que te da alegría.

Porque la alegría es la calibración más alta de energía. Es magnética. Para nosotros, los humanos, es nuestro superpoder. Es lo que nos alinea plena y completamente con la Fuente.

Es lo que aclara las dudas y libera resistencia.

La esencia del éxito es trabajar. Sin dudas. Pero también saber que estás aquí para disfrutar de la vida, no soportarla.

Sobre todo, cuando podemos ponernos alegres con nuestras metas y tareas diarias, dejamos que la magia de la vida nos llene de energía y nos impulse hacia adelante. Aquí estamos para vivir la vida con la mayor cantidad de alegría y magia posible.